Muere Fernando Remírez de Ganuza, el visionario bodeguero de Rioja Alavesa
Fernando Remírez de Ganuza, el renombrado bodeguero reconocido por su espíritu innovador, ha fallecido después de una larga batalla contra la enfermedad. Nacido en Meano, un pequeño pueblo navarro anexo a Álava, este audaz empresario incursionó en el mundo vitivinícola en 1989, cuando fundó su bodega después de adquirir 27 hectáreas de tierra.
Remírez de Ganuza dejó una profunda huella en la industria gracias a sus revolucionarias prácticas. Por ejemplo, implementó el uso de cajas de doce kilos para recolectar las uvas y así evitar daños en el proceso de transporte a la bodega. Además, fue uno de los primeros en instalar una mesa de selección de uvas, diseñada por el herrero de Elciego, la cual fue considerada innovadora en su tiempo.
Hoy en día, su legado continúa vivo a través de su bodega, que produce una amplia variedad de vinos, desde el tinto joven «R.» hasta el reserva «Trasnocho». Incluso en plena expansión de las instalaciones en Samaniego, un histórico barrio de Álava, su esencia sigue presente en la empresa que lleva su nombre.
La muerte de Fernando Remírez de Ganuza ha sido lamentada por Ramiro González, el diputado general de Álava, quien destacó su capacidad para desarrollar una prestigiosa bodega y su compromiso con la calidad y la vinculación con la tierra de Rioja Alavesa.
La trayectoria de Bodegas Remírez de Ganuza, fundada por Fernando en 1989, se ha caracterizado por ser una apuesta personal que busca la excelencia en la selección y elaboración del vino, respetando al máximo tanto la cosecha como los viñedos. A lo largo de los años, la bodega se ha distinguido por su continua innovación y por la introducción de técnicas novedosas en el proceso de crianza y elaboración del vino, elementos que son ahora habituales en otras bodegas de renombre internacional.
En el año 2010, el proyecto de Bodegas Remírez de Ganuza adquirió un nuevo impulso con la incorporación de José Ramón Urtasun.
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