Primera muerte por chemsex en Málaga: el fallecido tomó un cóctel de ocho drogas
El ácido gamma-butirolactona, conocido como GBL, es un eficaz disolvente utilizado en la pintura de barcos. Sin embargo, cuando ingresa al organismo, se convierte en GHB, también conocido como éxtasis líquido, y se está volviendo popular en las sesiones de chemsex, que son maratones sexuales que duran días y se apoyan en drogas estupefacientes.
Las autoridades sanitarias han advertido durante años sobre los riesgos de estas fiestas sexuales, ya que el consumo descontrolado de drogas, el aumento en el número de participantes y la desinhibición que caracteriza estas sesiones, aumenta el peligro de contraer infecciones de transmisión sexual e incluso la muerte. En España, el Instituto Nacional de Toxicología ya ha registrado varios casos de muerte relacionados con sesiones de chemsex, aunque su detección es difícil.
El forense del Instituto de Medicina Legal de Málaga, Sebastián Díaz, ha investigado sobre el fenómeno del chemsex y ha presentado un caso clínico confirmado en la provincia. Se trata de un joven de 32 años que murió durante una sesión de chemsex en un chalet de Marbella. La autopsia reveló que además de alcohol y drogas como GHB, cocaína y metanfetaminas, el joven había ingerido otras ocho sustancias estupefacientes. Sin embargo, lo que causó su muerte fue el éxtasis líquido, con una tasa cinco veces mayor a la considerada mortal.
El forense advirtió que el consumo de drogas en el chemsex puede ser mortal, y que el uso de GBL, utilizado como sustituto del éxtasis líquido, puede tener efectos secundarios más graves. Además, se observa un infradiagnóstico de las consecuencias del chemsex, como brotes psicóticos y riesgo de suicidio.
El chemsex es una práctica sexualizada que combina el consumo de drogas con el sexo. En España, se utiliza el término «chill» para referirse a estas sesiones prolongadas de sexo con drogas, que pueden incluir parejas ocasionales o estables, tríos o sexo grupal. También se practica en solitario a través de visionado de material pornográfico o interacción en línea con otros consumidores.
En resumen, el chemsex está generando preocupación debido a los riesgos para la salud y la vida de quienes participan en estas sesiones prolongadas de sexo con drogas, y es necesario brindar información y concienciación sobre los peligros asociados a estas prácticas.
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