El empleado de un estanco de Donostia admite haberse quedado con 1.100 euros de la caja
Un trabajador de un estanco en Donostia ha admitido este miércoles que se quedó con 1.100 euros de la caja del negocio, pero ha negado que la cantidad alcanzara los 100.000 euros como lo señalan la Fiscalía y la acusación particular. Ambas partes reclaman una pena de seis años de cárcel para el empleado.
Según las acusaciones, los hechos ocurrieron entre los años 2018 y 2019, cuando el empleado, contratado por sus padres a través de una «íntima amistad» con la dueña del estanco, habría sustraído un total de 100.511 euros.
Durante ese período, el trabajador habría tomado dinero de las ventas y no lo habría registrado o habría anulado las operaciones para evitar ser descubierto. Ante el tribunal, el empleado ha reconocido haberse quedado con una parte del dinero, pero no con la cantidad que le reclaman.
El empleado ha explicado que se sintió mal por sus acciones y se arrepintió de haber cometido un error. Pagó un alto precio por ello, ya que devolvió el dinero, fue despedido y no recibió su finiquito ni la nómina del último mes.
El encausado ha aclarado que no tuvo nada que ver con los más de 100.000 euros, y ha mencionado que la dueña del estanco estaba siendo investigada por Hacienda antes de su despido.
La dueña del estanco ha afirmado que contrató al empleado debido a su relación cercana con su familia y porque confiaba plenamente en él. Sin embargo, un día lo vio abrir el cajón de la máquina registradora y quedarse con dinero, lo que fue ratificado por las grabaciones de seguridad.
El juicio continuará el 11 de abril, con la incorporación de una nueva prueba documental.
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