Pena y calma entre los vecinos por la trágica muerte de cuatro personas
Las calles del Casco amanecieron sumidas en una tristeza grisácea tras el hallazgo de cuatro cadáveres en una vivienda de Santa Leocadia. Lo que inicialmente provocó intranquilidad entre los vecinos, ha ido transformándose en pena y pesadumbre a medida que se ha difundido la hipótesis de un accidente y no un acto violento.
El suceso se ha convertido en el tema de conversación en el Casco durante toda la mañana. Tras superar el estupor inicial, los residentes se mostraban sorprendidos y comenzaron a especular sobre la identidad de los fallecidos y las posibles causas de su trágica pérdida. Este sentimiento de dolor se ve agravado por la magnitud de la desgracia.
La noticia se ha propagado rápidamente por la ciudad desde que los cuerpos sin vida fueran descubiertos la noche anterior. El hecho de que en las redes sociales se haya compartido pero no se haya comentado demasiado, indica que las víctimas no eran conocidas en la ciudad. Así lo han confirmado los vecinos, quienes afirman que aunque eran amables y saludaban por la calle, estas cuatro personas no parecían tener relaciones estrechas con su entorno. La pareja y los dos hombres, de entre 50 y 60 años, que alquilaban una vivienda asequible, procedían de fuera de la ciudad y no se relacionaban más allá de su zona residencial.
La tranquilidad entre los vecinos se ha visto reafirmada por la sospecha de que una intoxicación por monóxido de carbono proveniente de una estufa pueda ser la causa de estas trágicas muertes. Al no tratarse de un acto violento, como otros que han afectado a la ciudad en su historia, como el descubrimiento de una joven en el torreón de San Martín o el asesinato de un guardia de seguridad en un aparcamiento hace décadas, el alivio se ha extendido por las calles del Casco.
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