Desarticulan grupo criminal que defraudó 10 millones de euros mediante impago de préstamos
La Policía Nacional ha llevado a cabo la desarticulación de una banda delictiva implicada en un fraude millonario, el cual ascendió a 10 millones de euros, a través del no pago de préstamos. El grupo utilizaba esta estrategia para adquirir coches y productos electrónicos.
Según la información proporcionada por la Policía, se ha procedido a la detención de cinco personas en distintas provincias, entre ellas Zamora, Málaga y Madrid. Se les imputan cargos por estafa, frustración de la ejecución, blanqueo de capitales y pertenencia a un grupo criminal. Además, otras ocho personas están siendo investigadas en relación al caso.
La investigación se inició tras recibir múltiples denuncias de entidades bancarias, financieras de vehículos y proveedores de productos electrónicos por el incumplimiento de préstamos y artículos electrónicos. A partir del análisis de estas denuncias, se detectó la existencia de un grupo criminal que había defraudado aproximadamente 10 millones de euros.
Los detenidos creaban sociedades para llevar a cabo facturaciones cruzadas con otras empresas, aparentando un crecimiento ficticio en sus negocios y aumentando su capital social para luego declararse en quiebra.
El método más común empleado por la red delictiva consistía en que uno de los miembros del grupo adquiría una empresa y comenzaba a operar sin realizar grandes inversiones. Manipulaban la actividad empresarial para aparentar solvencia ante los proveedores a los que pretendían estafar.
Para aparentar solvencia, realizaban facturaciones con otras empresas y llevaban a cabo compras y ventas con terceros para aumentar su volumen de negocio. También solicitaban financiación en pequeñas cantidades, las cuales pagaban mensualmente para no generar sospechas, y aumentaban artificialmente su capital social mediante la sobrevaloración de inmuebles.
Una vez incrementada su facturación, obtenían préstamos y financiación de mayor cuantía, financiaban vehículos y realizaban pedidos de mayor valor que no pagaban. Posteriormente, transferían la propiedad de la empresa a testaferros, extranjeros o personas con problemas mentales o de salud, para evitar que los verdaderos culpables fueran responsabilizados por la Justicia.
Finalmente, declaraban la empresa en quiebra de manera intencionada para que se resolvieran los problemas legales por la vía civil. Además, lucraban vendiendo los vehículos adquiridos mediante financiación en países como Francia o Portugal, así como los productos electrónicos e informáticos impagados en el mercado negro.
Tras detectar a los integrantes de esta trama delictiva, la Policía Nacional procedió a la detención de cinco personas, tres en Zamora, una en Móstoles y otra en Benalmádena. En total, el juzgado encargado de la causa ha imputado a 13 personas por estos hechos.
Publicar comentario