Los recuerdos perduran: el final del mítico Barco de Salamanca
El Barco de Salamanca es un icónico establecimiento que marcó la movida salmantina en los años 90. Durante siete años, esta discoteca en forma de navío estuvo atracada en el paseo fluvial del Tormes, siendo el único barco de su tamaño vinculado a Salamanca que logró tocar sus aguas. Sin embargo, su historia llegó a su fin hace 20 años atrás, en marzo de 2005, cuando se incendió intencionadamente.
Lanzado en junio de 1997, este proyecto hostelero se llevó a cabo gracias a un grupo de empresarios salmantinos y al apoyo del Ayuntamiento, incluyendo al alcalde de aquel entonces, Julián Lanzarote. A pesar de las complicaciones actuales para obtener permisos, en aquel momento se logró que El Barco de Salamanca se colocara en el río Tormes, cerca del puente Enrique Estevan.
Durante su funcionamiento, esta discoteca de tres plantas cambió de propietarios y actividades, pasando de ser un restaurante y bar, a una discoteca y luego a un ‘after hours’. Sin embargo, su popularidad siempre estuvo acompañada de polémicas y conflictos, lo que finalmente llevó a su cierre tras varios incidentes, incluyendo una muerte.
El desenlace trágico se produjo cuando el 5 de marzo de 2005 un incendio devastador arrasó el barco. Las investigaciones posteriores confirmaron que se trató de un incendio intencionado, iniciado en las bodegas para asegurar su rápida propagación. Este mítico icono de la vida nocturna salmantina quedó reducido a cenizas y su presencia en el Tormes se convirtió en un recuerdo imborrable.
Aunque Salamanca no es una ciudad costera, ha tenido otros barcos vinculados a su historia. Destaca el transbordador Ciudad de Salamanca, operado por Trasmediterránea desde 1982 hasta 2007. Además, la compañía Britany Ferries bautizó a uno de sus innovadores barcos con el nombre de Salamanca. Sin embargo, ninguno de ellos alcanzó la fama y la relevancia del legendario Barco de Salamanca.
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