Un empresario de la construcción de Ripollet abducido por el canto de sirenas de la marihuana acaba en prisión
En un golpe policial espectacular, los Mossos d’Esquadra han desarticulado tres grupos criminales que se dedicaban al tráfico de hachís y al cultivo de marihuana en Catalunya. Veinte personas han sido detenidas, siendo cuatro de ellas enviadas a prisión. El caso, conocido como Copérnic, revela cómo estas organizaciones introducían la droga en la región para luego venderla al detalle en Barcelona y exportarla a Europa. El líder de uno de los grupos, un empresario de la construcción de Ripollet de nacionalidad española, se encargaba tanto de guardar la droga como de montar plantaciones de marihuana.
La investigación fue llevada a cabo por la Unidad Central de Organizaciones Criminales Transnacionales (UCOCT) de los Mossos d’Esquadra, y surgió a raíz del caso Magenta, donde se desmanteló una organización internacional dedicada al tráfico de hachís y el blanqueo de capitales. Durante dicha investigación, los Mossos descubrieron la conexión de una de las naves con el líder de otra organización dedicada a ofrecer servicios de almacenaje a narcotraficantes. Este hombre, de nacionalidad española, también se encargaba de acondicionar viviendas para el cultivo de marihuana.
El perfil de este empresario de Ripollet es un ejemplo de la preocupante tendencia del narcoestado, donde individuos inicialmente ajenos al crimen organizado son seducidos por la alta rentabilidad y la sensación de impunidad que ofrece el tráfico de drogas y el cultivo de marihuana. Paradójicamente, muchos de los detenidos en el negocio de la marihuana no tenían antecedentes previos.
En la operación, realizada en Barcelona, Terrassa, Badalona y otras localidades, se detuvieron a dieciocho personas de nacionalidad marroquí, albanesa y española. Se llevaron a cabo una veintena de registros en domicilios, naves industriales y un club cannábico. Además, en una nave en Terrassa se encontró un raro laboratorio donde sospechan que fabricaban hachís, utilizando la marihuana cultivada en Catalunya.
Este golpe policial representa un duro golpe a las organizaciones criminales que operaban en la región, y es un claro ejemplo de los riesgos que enfrenta la sociedad debido a la proliferación del narcotráfico.
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