¿Falsas amenazas de bomba generan caos en Alicante?
En medio de la tensión generada por el conflicto bélico en Israel y Hamás, las Fuerzas de Seguridad mantienen un estado de alerta constante. Sin embargo, este clima ha propiciado la proliferación de bulos y noticias falsas en internet que mencionan objetivos terroristas en Alicante. Como resultado, en las últimas semanas se han producido numerosas falsas alarmas por supuestos atentados, generando caos y miedo entre la población.
Las autoridades policiales disponen de los recursos necesarios para perseguir y llevar ante la justicia a los responsables de este tipo de delitos. Es importante destacar que los actos de este tipo ponen en riesgo la integridad física de las personas presentes en los lugares mencionados en los falsos avisos de bomba. Según informan las Fuerzas de Seguridad del Estado, cometer desórdenes públicos puede acarrear una pena de hasta tres años de prisión.
Esta semana, la provincia de Alicante también sufrió este tipo de delitos telefónicos. Un centro de salud recibió varias llamadas de un número oculto en las que se alertaba sobre la explosión inminente de un artefacto en sus instalaciones. Ante la posibilidad de que la amenaza fuera real, el coordinador del centro decidió evacuarlo y ponerlo en conocimiento de los servicios de emergencia.
Se activó el protocolo de seguridad correspondiente y se desplazaron al lugar los agentes de la Policía Nacional, acompañados por perros adiestrados en detección de explosivos y técnicos especializados en desactivación de bombas. Tras inspeccionar el edificio, se determinó que se trataba de una falsa alarma. La Brigada Provincial de Información inició una investigación que condujo a la identificación y detención del responsable, un hombre español de 29 años, acusado de cometer desórdenes públicos.
Desafortunadamente, estos incidentes no se limitaron a Alicante. La Policía Nacional también tuvo que intervenir en otros casos en Castellón y Valencia. En Castellón de la Plana, un hombre dejó un paquete frente a un edificio benéfico afirmando que era un explosivo. En Valencia, otra persona amenazó con hacer estallar una bomba en un autobús de la EMT. En ambos casos, se estableció un dispositivo de seguridad, se evacuaron los edificios y se comprobó que no había una amenaza real.
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