Desmantelan en Málaga un entramado criminal que blanqueaba dinero de la explotación laboral de extranjeros
Agentes de la Policía Nacional han llevado a cabo la desarticulación de un complejo entramado societario relacionado con una banda criminal que presuntamente blanqueaba el dinero obtenido de la explotación laboral de extranjeros, en un nuevo golpe a la trata de seres humanos con fines de explotación laboral en la provincia de Málaga.
Este operativo es la segunda fase de una operación que ya se había iniciado en julio del año pasado, cuando fueron detenidas 18 personas por su implicación en la explotación laboral de ciudadanos africanos en situación irregular en el ámbito de la construcción.
Como resultado de una minuciosa investigación patrimonial, en la que se analizaron operaciones bancarias que ascendían a más de 4 millones de euros, los agentes han procedido a la detención de cinco personas y han imputado a otras cinco entidades jurídicas. Además, se han bloqueado 18 cuentas bancarias que suman casi 92.000 euros. Así lo han confirmado fuentes de la Policía Nacional a través de un comunicado oficial.
En la primera fase de la operación, llevada a cabo en Málaga, los agentes descubrieron una red que operaba bajo la fachada de una estructura empresarial y utilizaba la apariencia de una asociación de ayuda a inmigrantes para captar a sus víctimas y explotarlas en el sector de la construcción. Las condiciones a las que eran sometidos los inmigrantes eran deplorables, teniendo que vivir y comer en vehículos y trabajando jornadas de más de 24 horas como peones o personal de seguridad en obras.
En el operativo llevado a cabo el año pasado, se produjo la detención de 18 personas, 17 en Málaga y una en Madrid, y se realizaron cuatro registros en la ciudad malagueña, donde se encontraron 30.000 euros en efectivo, un vehículo de lujo, teléfonos móviles y documentación relevante para la investigación.
Esta nueva fase de la operación, que se inició en octubre de 2022, se ha centrado en investigar la estructura societaria de la organización criminal desmantelada. Los agentes descubrieron que la banda estaba conformada por siete entidades jurídicas, algunas a nombre de testaferros, que se dedicaban a explotar laboralmente a extranjeros irregulares a través de subcontratas realizadas a sus propias empresas. De esta manera, los inmigrantes eran presentados como terceras personas dadas de alta en la Seguridad Social, mientras que en realidad estaban en situación de vulnerabilidad y sin permiso de trabajo.
Además, se ha constatado que la organización ha obtenido grandes beneficios a través de esta actividad ilícita, con operaciones bancarias que ascienden a más de 4 millones de euros. Los ingresos eran manejados de forma peculiar, usando una tesorería única para todas las sociedades y asociaciones que formaban parte del entramado, lo que permitía mezclar ingresos legales con ilegales.
En esta segunda fase de la investigación, los agentes también han descubierto que parte de los ingresos obtenidos se destinaban a la adquisición de vehículos a nombre de dos asociaciones creadas específicamente para este fin, sin tener ingresos ni actividad económica. Por otro lado, otra parte de las ganancias se utilizaba para pagar en efectivo a los inmigrantes explotados.
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