Actriz estafada por un supuesto productor hollywoodense cambia de profesión y se convierte en vidente
Stephanie, una actriz de 32 años de Florida, Estados Unidos, cayó en las mentiras de Pat Andrew, un presunto productor ejecutivo de Hollywood. Inicialmente, Stephanie creyó que él quería acostarse con ella, pero pronto descubrió sus verdaderas intenciones: quería conquistarla para que fuera la imagen de un ambicioso proyecto cinematográfico. Pat Andrew utilizaba argumentos engañosos, como supuestas colaboraciones con Aaron Spelling, para ganarse la confianza de las personas. Se valía de Facebook para encontrar a sus víctimas, que incluían actores, empresarios, inversores, abogados y establecimientos hoteleros.
Stephanie aceptó unirse al equipo de Pat Andrew, quien prometía pagarle y costearle los hoteles. Sin embargo, su experiencia como actriz se vio afectada negativamente por su relación con el presunto estafador. Además de perder oportunidades en otros proyectos, Stephanie lamenta que le haya sido arrebatada la oportunidad de aceptar un papel por el que iba a cobrar 30.000 euros. A medida que avanzaba en su relación con Pat Andrew, Stephanie comenzó a notar los constantes aplazamientos de los rodajes y a sospechar que algo no estaba bien. Finalmente, descubrió que había sido engañada y que el supuesto productor era un estafador.
La vida de Stephanie dio un giro radical después de la estafa. Nadie quería contratarla como actriz debido a su conexión con Pat Andrew. A raíz de esto, decidió dedicarse a actividades esotéricas y se convirtió en médium y vidente, encontrando así su nuevo camino y asegurando ser más feliz.
Otro afectado por Pat Andrew fue George Christie, un ex miembro de los Ángeles del Infierno. Christie estuvo involucrado en las producciones del presunto productor desde octubre de 2019. Aunque no le pidió dinero, Christie también sufrió las constantes demoras en el rodaje de la serie basada en su libro de memorias, así como en la adaptación de su novela al cine.
La historia de Pat Andrew también involucró a Manuel Villamuela, un motero que entró en una de las series del estafador debido a su dominio del inglés. Villamuela pagó 800 euros para afiliarse a un inexistente Sindicato de Actores de EE. UU. A pesar de haber sido estafado, Villamuela se cobró la deuda al recibir muchas comidas y carne por parte de Pat Andrew.
Chema Artero, un fotógrafo profesional, también fue engañado por Pat Andrew, quien le encargó una sesión de fotos para una campaña publicitaria. Aunque Artero sospechaba de las intenciones del supuesto productor, colaboró en el montaje de «bulto» en algunas ocasiones. Sin embargo, nunca recibió el pago por su trabajo.
Nikol, una actriz y cantante estadounidense residente en España, también fue contactada por Pat Andrew para participar en una de sus series. Sin embargo, su representante y ella desconfiaron de las condiciones del contrato y decidieron no firmar nada hasta que se demostrara la veracidad del proyecto.
Estas son solo algunas de las historias de las personas que cayeron en las mentiras de Pat Andrew. Sus engaños dejaron secuelas tanto emocionales como económicas en sus víctimas. Aunque el presunto productor ha desaparecido y se cree que ha fallecido, algunos aún dudan de su muerte y esperan que se haga justicia.
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