Nuevo giro en el misterioso caso de la desaparición de Pablo en Badajoz
El enigma que rodea la desaparición de Pablo Sierra, un joven de 21 años, ha dado un sorprendente giro con la aparición de un testimonio clave que contradice la versión policial de los hechos. Este testimonio pone en duda tanto las horas como las circunstancias en las que fue visto por última vez.
Hace once días, Pablo salió de fiesta con sus amigos en el centro de Badajoz. Aunque es oriundo de Zorita, un pequeño pueblo cercano a Cáceres, actualmente reside en una residencia de estudiantes en Badajoz, donde estudia Matemáticas.
El sábado siguiente a la noche de fiesta, tenía previsto pasar el día con su familia. Sin embargo, su hermano, quien también vive en la misma residencia, descubrió que no se encontraba allí y decidió llamarlo. Para sorpresa de su hermano, quien respondió la llamada no fue Pablo, sino un guardia civil fuera de servicio que había encontrado el móvil del joven en las afueras de Badajoz, cerca del río Guadiana.
A raíz de este hallazgo, se presentó una denuncia por desaparición y se inició una intensa investigación. Hasta el momento, nadie comprende qué pudo haberle ocurrido a Pablo, ya que se trata de una persona sin conflictos, excelente estudiante y carente de problemas. La investigación está bajo secreto de sumario y no se descarta la posibilidad de un crimen, pues se encontraron restos de sangre en su teléfono móvil. Actualmente, estos restos están siendo analizados para determinar si pertenecen al desaparecido o a otra persona.
Los agentes se mantienen firmes en su convicción de que no se trata ni de una desaparición voluntaria ni de un suicidio. Sin embargo, no logran entender cómo el móvil de Pablo llegó a Las Crispitas, una zona a tres kilómetros de donde se le perdió el rastro. Dos hipótesis han surgido: o bien el joven llevó consigo el teléfono hasta el lugar y lo perdió, o bien alguien se lo arrebató para despistar a los investigadores.
En total, aproximadamente treinta personas han declarado en el caso, aunque algunos de los testimonios presentan contradicciones. Según la versión policial de los hechos, Pablo fue visto por última vez alrededor de las 2:00 a.m. en la calle Zurbarán, y un amigo asegura ser quien lo vio por última vez y afirmó que Pablo tomaría un taxi de regreso a la residencia.
Sin embargo, un camarero del local en el que estuvo aquella noche asegura haber visto a Pablo salir del pub alrededor de las 23:45, sin compañía alguna. Además, el camarero afirma que el joven mostraba dificultades para caminar y evidenciaba signos de haber consumido alcohol, lo cual contradice completamente las versiones previas. La investigación continúa en curso, con el objetivo de obtener más detalles para esclarecer los hechos. Cualquier persona que posea información relevante sobre el paradero de Pablo, se ruega que contacte inmediatamente con SOS Desaparecidos o con Emergencias 112.
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