La mafia pakistaní tras los supermercados Condis Exprés
En Catalunya, han sido descubiertas tiendas que son conocidas popularmente como «pakis», donde se venden todo tipo de productos y están abiertas durante largas horas. Sin embargo, las autoridades han desvelado que detrás de estas tiendas se encontraba una mafia pakistaní que controlaba los supermercados Condis Exprés y otros establecimientos franquiciados en la región del Maresme. Como resultado de la investigación, se logró liberar a cuatro personas que habían sido secuestradas en pisos controlados por esta mafia y que eran víctimas de tráfico de personas. Además, se confirmó que otras once personas sufrían explotación laboral. En total, se han detenido a seis personas de nacionalidad pakistaní, todas ellas miembros de la organización criminal, acusadas de diversos delitos como tráfico de seres humanos, explotación laboral y falsificación documental.
En marzo del año pasado, la Unidad Central de Tráfico de Seres Humanos de la DIC de los Mossos comenzó a investigar una organización criminal que se centraba en la explotación laboral de compatriotas pakistaníes en supermercados. La mafia gestionaba dieciséis establecimientos comerciales en el Maresme y la Selva, operando como franquicias de marcas reconocidas del sector. Las condiciones en las que trabajaban las víctimas eran prácticamente de esclavitud, con salarios bajos o inexistentes, entornos insalubres y viviendo en sótanos de los supermercados o durmiendo en los pasillos de los locales.
Gracias a testimonios de testigos protegidos y extrabajadores, se pudo confirmar la existencia de una organización criminal bien estructurada. Las autoridades identificaron a la mayoría de los miembros y localizaron los establecimientos y empresas vinculadas a la mafia. El 21 de febrero, los Mossos llevaron a cabo doce inspecciones en supermercados de diversas localidades, donde se identificaron a más de una treintena de personas trabajadoras.
La mafia pakistaní, liderada por una familia, reclutaba a trabajadores en su país de origen y los engañaba para iniciar la ruta migratoria hacia Catalunya, ingresando ilegalmente en España. Una vez en Catalunya, los captadores dejaban a estas personas bajo la tutela de diferentes organizaciones criminales dedicadas al tráfico de personas.
Algunas de las víctimas relataron que viajaron por varios países de Asia hasta llegar a Europa, pasando por países bálticos y Turquía, en lo que es conocida como la ruta de los Balcanes, una de las rutas migratorias más utilizadas para acceder a la Unión Europea.
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